El Templo

—— Parroquia San Pedro Apóstol

El actual templo se comenzó a construir a principios del s. XVIII. Pero la historia parroquial no comienza en 1700, sino que ya existía un anterior templo parroquial, al principio consagrado a S. Antonio de Padua y que se comenzaría a construir hacia mediados del s. XIV, cuando empiezan a notarse los primeros brotes de Peste Negra en Europa y también en Pedro Muñoz. Por eso, la iglesia será consagrada al patronazgo de S. Antonio de Padua, santo considerado muy milagroso.
Debido a la virulencia de las epidemias, la villa de Pedro Muñoz se ve muy mermada en su población, hasta convertirse hacia finales del s. XV en unas pocas quinterías de El Toboso. Lógicamente, la iglesia de S. Antonio se abandonó.

El s. XVI supuso una mejoría y un crecimiento en población para la villa. Por tanto, se produjo un interés por reconstruir la Capilla Mayor y celebrar el culto conveniente. Hacia 1524, se lleva a cabo la ampliación y renovación de la antigua iglesia de S. Antonio con la nueva advocación de S. Pedro Apóstol. La antigua iglesia tendría una estructura muy humilde, caracterizada por la utilización de la mampostería y el tapial para sus muros, reservando las maderas para las cubiertas.
La concesión de villazgo a Pedro Muñoz trajo aparejada una mejoría considerable en el nivel de vida de sus vecinos, haciendo posible un crecimiento poblacional que muy pronto iba a requerir un nuevo espacio parroquial. Y así, en octubre de 1700 el Concejo se reúne para tomar la decisión de fundar un nuevo templo parroquial.

La ceremonia de colocación de la primera piedra tuvo lugar el 8 de septiembre de 1700 en el sitio que ocupa actualmente nuestra iglesia. El maestro de obras fue Francisco Antonio de la Fontecilla hasta el 26 de febrero de 1701; desde aquí hasta la finalización de las mismas se encargó Francisco de la Vega.
En 1712 se inauguró una parte del templo, y se inició el traslado de imágenes desde el antiguo templo. La inauguración total no se produjo hasta el 16 de febrero de 1721.

Su estructura y restauración.

La iglesia es una cruz latina, estilo español de la época, con bóveda de medio cañón y relieves de yeso en forma geométrica. En el centro del crucero se alza una esbelta cúpula de media naranja sobre las bases de las cuatro columnas y arcos torales con pechinas, rematando en una linterna de ocho ventanas, que en el interior coinciden con los remates redondos de los ocho relieves y dan gracia al conjunto. La construcción al exterior es de piedra de sillería en las esquinas y remates del zócalo. El resto es de piedra vista y argamasa. La cúpula de media naranja se remata al exterior con un templete octogonal coronado por una alta veleta de hierro. La torre es de la misma construcción, un poco más estrecha desde la mitad de su altura y termina en un ancho cornisamiento sobre el que se levanta una balaustrada o baranda de piedra de sillería, con remates redondos en cada una de las columnitas que lo forman.

Durante 1993, nuestro templo parroquial experimentó una obra de restauración y mejora, sobre todo en el interior, siendo párroco Alfonso Morejudo Vieco.
Finalmente, entre 2009 y 2011 se ha realizado una importante restauración: Reconstrucción de toda la cubierta de la iglesia, que se encontraba en un estado lamentable, embellecimiento del perímetro de la fachada, y pórtico trasero, así como la puerta principal del templo.